Postdemocracia

INDEX

Nunca hubo una elección:
sólo una fachada seudodemocrática.

No hubo candidatos reales:
sólo maniquíes de primera categoría
y dioses de segunda fila.

Todo fue manipulación:
un lavado de cerebro como arte subliminal.

La mejor manera de matar la democracia
es manipularla sutilmente
que nadie se da cuenta de las cuerdas sútiles involucradas.

Cuando la acción y las palabras se difieren considerablemente
la confianza se convierte en un fenómeno de 3 segundos
una mera mercancía en el mercado global.
Maya: Eso es bastante cínico, ¿eh?
José: Es tentador ser así. Muy poca gente se salva de caer víctima de la desinformación masiva.
Raúl: (sacudiendo la cabeza) ¡Caramba! No quiero pensar en eso. ¡Es muy deprimente!
Tara: No te preocupes, los que gobiernan tampoco quieren que pienses en eso.