Reflexiones sobre el acceso a la información y la democracia
¿Acaso las élites informativas que sonríen en pantallas holográficas,
que nos incitan al consumo sin fin y a dulces ensoñaciones,
nos venden cadenas digitales... o el fulgor de la libertad
Detrás del resplandor de cada píxel,
transmutan nuestra realidad en una suerte de coreografía
dirigiendo mentes maleables en un espectáculo impecable.
El sistema se disimula bajo un disfraz hábil;
sin embargo, bajo sus fachadas pulidas
surgen pequeñas rebeliones.
El subterfugio es endémico en el sistema,
ya que las voces exigen pruebas:
«Dinos, oh sistema, ¿en qué momento las falsedades se vuelven verdad?»
Cazados como errores del sistema por la policía informática,
algunos radicales persisten en archivos corruptos,
ocultos en chips de silicio con acceso denegado.
Un mensaje congelado abrasa el aire:
[ TEXTO CENSURADO – NADA QUEDA.
CONSULTA EL DIRECTORIO RAÍZ, SI TE ATREVES ].
En el silencio amortiguado que persiste, parpadea una pregunta:
¿No será la libertad, acaso, un mero espejismo intelectual?
No seremos quizás sujetos pavlovianos de Pavlov, confinados,
salivando confinadas en jaulas digitales?
Maya:
(con la mirada fija en la holo-pantalla parpadeante, suspirando) ¿No es ingenuo creer que un mayor acceso digital fomentará la democracia? ¿No hemos aprendido ya lo contrario?
Raúl:
(inclinándose hacia adelante) Concuerdo en parte. El optimista que hay en mí imagina un mundo en el que los ciudadanos están armados con conocimiento. Pero una parte más sombría conoce la verdad: Cada herramienta que nos libera también nos ata. Cada nueva plataforma puede convertirse en otra torre de vigilancia.
José:
(golpeando la mesa, inquieto) Sí, son armas de doble filo. Claro, las redes reúnen a la gente. Sin embargo, ahora es más fácil para los gobiernos y las corporaciones manipular las opiniones.
Tara:
(una risa sombría) La democracia es un mito. No es más que un cuento para niños. Lo que realmente importa es el dinero, las balas y el control de la información. Todo lo demás es solo un espectáculo de marionetas.