La fe es lo que salta por los aires
si los dividendos son inciertos.
El amor es lo que canta
cuando ha pasado el miedo a la perdición.
Si te falta confianza,
¿de qué te servirá la retórica?
El amor se nutre de la fe,
y de la extraña otredad
que se funde en un abrazo.
Si lo miras en concienzudamente
(como debería hacerse más a menudo)
¿no es acaso el amor lo único valioso?
¿Y aquella única y misteriosa condición
en la cuál lo "imposible!"
se transforma en "Nosotros deberíamos"?