Mira directamente a la llama,
sin miedo a quemarte el cerebro.
Ve las cosas como son,
ni buscando ni evitando el dolor.
El tejido del espacio-tiempo es mera ceniza,
pero es maravilloso el fluir de las llamas.
¡Mira!
¡El mundo entero está en llamas
y estamos echando chispas!
¡Mira más allá de la superficie
y dentro de cada corazón!