Tantos copos de nieve se han posado sobre mi piel
para difuminarse luego en los cielos fríos de otoño.
Espléndidas sinfonías han resonado en estos oídos,
antes de desvanecerse en el silencio de la noche.
Ramos de flores me han intoxicado,
solo para luego desaparecer en los fríos cielos de otoño.
Estos labios una vez conocieron la dulzura del amor,
que lentamente transformado en resecos suspiros.
Quizás lo único que nos queda
es disfrutar esos momentos antes de ser devorados,
antes de convertirse en detritos de la historia
y tierra antigua o limo primordial.