Lecciones de vida
Una sinopsis de las ideas
A los 1, el helado sabe bien.
A los 9, el alcohol está malo.
A los 11, los estados alterados de la conciencia existen.
A los 18, los humanos no son los seres más poderosos del cosmos.
A los 20, el FBI causó, indirectamente, la muerte de mi padre.
¡Ah, hasta dónde llega el largo brazo del Gran Hermano!
A los 23, en cierto modo el amor es una pócima sanadora.
A los 25, la observar un cadáver de cerca es una excelente oportunidad
para reflexionar sobre nuestro destino.
A los 27, uno de los dones más preciados es la confianza.
A los 28, enamorarse es fácil;
mantenerse en ese estado requiere disciplina.
A los 32, por breves momentos, podemos ser como dioses.
Sin embargo, a veces somos totalmente ciegos y mezquinos.
A los 38, todas las personas son narradores y después
de convencerse de que su historia es la "correcta",
generalmente se encuentran encerrados en esa narrativa.
A los 44, toda la noción del "yo" es una invención: un mito útil,
pero ficción al fin y al cabo.
A los 46, ir de compras es una forma de votar:
adquiriendo cosas contribuyes a su manifestación.
A los 48, ningún ser humano es infalible;
adorar a otro como "iluminado" equivale a idolatría.
A los 49, tenemos que negociar con muchos yoes en muchos niveles,
una tarea normalmente difícil de realizar.
A los 51, incluso después de fallecer una persona,
parte de ella todavía está contigo cuando la recuerdas.
A los 52, es mejor entender a tus enemigos que condenarlos.
A los 55, un exceso de racionalidad nos aleja de la experiencia directa.
A los 58, la rueda de la vida se mueve en círculos misteriosos.
A los 66, aún queda mucho por aprender…