El miedo es un tejido de telarañas desgarradas
y espinas de duda que desgarran y trituran;
Son los muros de preocupación los que nos nos matan,
al igual que las herrumbradas válvulas
de la duda obstruyéndonos la cabeza.
El amor se asemeja a fotones radiantes
atravesando urdimbres tenues,
es como las ondas de las profundidades
ajenas al vaivén de las mareas,
profundas ondas gracias a las cuales costas
lejanas son bañadas por corrientes cálidas.
El miedo vuelve cautelosa a la gente
y mantiene a raya a los desconocidos,
pero el amor anuncia milagros
que se manifiestan de innumerables maneras.