Todos los días manadas de consumidores-vaca pacen en praderas de supermercados yendo de estante a estante, mascando cuajadas de menta se paran en la zona del requesón de las palomitas de maíz y de los tallarines. Regresando a sus graneros y sentar abajo sus bolsas de víveres en un agotamiento total, tienen tan poco tiempo para calentar sus solomillos antes de que terneros jóvenes busquen sus pezones. Ser una vaca no es fácil: mascar bolo alimenticio constantemente y estar rodeada de estiércol rancio gran parte del tiempo. Y ah! cuando aparecen los tábanos, ¡cada chasquido de la cola parece inútil! ¿Le gustaria a usted estar de pie delante del heno podrido todo el invierno o masticar la misma hierba añeja hora tras hora? y finalmente - después de toda su brega – ser convertido en un pedazo de hamburguesa? ¿Crees que la vida de una vaca es realmente idílica? |