Los humanos no son
seres tan importantes,
sólo una pequeña mani-
festación de una poesí-
a mucho mayor.
Hinchados de orgullo,
por el hábito y la ignorancia,
pretendemos ser pináculos,
mas tal vez sólo somos pequeños eslabones:
pequeñas cuentas de un hilo
que avanza hacia posibilidades
más asombrosas.