Bahía de Tokio 1972:

Un paisaje costero distópico

Bahía de Tokio 1972: un eco-poema e T Newfields
Por encima mis ojos:
un soplo tenue de cielo
con soñolientas y petro-químicas nubes.

Bajo mis ojos:
frescas mareas de agua salada
mezcladas con las aguas residuales y basura.

A mi derecha:
hileras de pinos y rompedores
de hormigón
en geometrías de conformidad.

A mi izquierda:
automovilistas fumando cigarrillos,
mientras sus motores recitan sutras de gasolina.

En este lugar donde la pesca
se han convertido en una enorme letrina,
y molinos de acero proporcionan alimento
para las fábricas de hambre
La Esperanza(R) asciende directamente del culo.
Raúl: Ha habido algunas mejoras, pero la bahía de Tokio todavía está muy contaminada.
José: (suspirando) Sí. Mucha de la contaminación proviene del vertido ilegal y de los micro-plásticos.
Tim: Con legislación solamente no se solucionan esas cuestiones: hay que cambiar la actitud de la gente. Para lograr cambios profundos, debemos elevar la conciencia.
Tara: (con nostalgia) Es un esfuerzo loable, aunque los pesimistas dirán que es inútil. La conciencia humana aún es primitiva en muchos sentidos.