Disculpame me mientras pongo la máscara:
aún no estoy preparado para ver a nadie.
Solo necesito un momento para ajustar la sonrisa
y poner las cosas en orden.
[pausa]
Está bien, ya está todo listo.
Puedo decir lo que se espera de mí según los convenciones sociales:
"Hola, paisano.
¡Qué gusto verte!"
"El trabajo es maravilloso: la gestión es una alegría.
Sí, estoy muy contento con el gobierno
y con mi empleo productivo."
¿Cómo va todo? "bla, bla, bla"
"Por supuesto que tengo fe en el Sistema.
¡Es el mejor de la historia!
¡Que dure otros diez mil años!
Nuestros líderes son sumamente sabios
y se preocupan por ti y por mí".
[pausa]
¿Por qué tanta gente vive así:
fomentando engañosos sueños de bienestar?
La respuesta es obvia:
si muchos despertaran, tendría lugar vendría la revolución.