¿Cuántas manos levantadas no son respondidas?
¿Cuántas manos levantadas son ignoradas o,
incluso, ridiculizadas?
¿Por qué tan a menudo es la curiosidad tan menospreciada?
¿Por qué son tan pocos los profesores dispuestos
a hacer un buen seguimiento hasta el final?
¿Cansancio con un pizca de mediocridad?
¿O quizás el miedo de que nuestro conocimiento
es incompleto?
La próxima vez que emerja una pregunta imposible
de responder facilmente usted, ¿que va a decir?