¡Vitalidad palpitante del verde,
embriaguez pura de la clorofila!
¡Fuerza de raíces aferrando la tierra,
descarado atrevimiento de flores
en atraer insectos a sus estambres!
¡La concentrada claridad de los troncos elevándose hacia arriba,
y de los enhiestos tallos!
¡Gracia de hojas aleteando a la luz del sol,
majestad de ramas que tocan el cielo!
Las plantas tienen mucho que enseñarnos –
sería de sabios aprender de ellas.
¿Por qué no acercar el oído a las plantas más de cerca,
y entrar en contacto con nuestras raíces?
Las plantas son nuestra familia espiritual.