Nacimiento del amor:
Una celebración vernal
Hasta que viste a flor en mí,
yo era una semilla dormida,
incapaz de sentir nada,
sumida en una vaina de oscuridad
que envolva mi cubierta.
Cuando llegó la primavera,
la luz del sol despertó fuerzas
que sólo débilmente percibí.
Lentamente levanté la cabeza,
mirando por encima de montones de tierra,
desperté en un campo donde habían
nacido innumerables otras plántulas.
Ganando fuerza en la luz del sol,
me convertí en una flor cuyos pétalos
cantaban a través del color:
¡Oh alegría!
¡Oh vida!
¡Oh primavera!