1.
Ten un corazón agradecido y curioso.
2.
Toma cada acontecimiento como un mensaje espiritual.
3.
Considérate el custodio temporal de las cosas,
no su propietario.
4.
Observa cómo los sucesos internos
y los externos a menudo se hacen eco mutuamente.
5. Para apreciar mejor el momento presente,
imagina que eres un viajero en el tiempo.
6. Concéntrate en la visión de conjunto,
pero permite que se expresen los pequeños trazos.
7. Recuerda aquello que es más importante que la alegría:
concéntrate en eso,
y toma a la felicidad como algo suplementario.